Viajar es marcharse de la casa, es dejar los amigos, a tu mascota, tu comida favorita e intentar volar, viajar es aprender cosas aparentemente simples pero que en la distancia se complican. Es aprender a decir “no me importa” en los momentos de ridículo o simplemente sacudirse el raspón y levantar la cabeza.
A veces te sientes gitano, haciendo y deshaciendo la maleta miles de veces, pensando que quizá no necesitabas tanto equipaje, tantos “por sis” y te descubres queriéndote quitar todo como si fuera una pesada piel.
Viajar es valorar y echar de menos las cosas simples como tu cama o tu taza favorita y otras más complicadas como tu país y su cultura, las costumbres y tu familia.
Viajar es dejarse besar por el viento, abrazar la nostalgia y caminar siempre hacia delante, pero volviendo la cabeza de vez en cuando para revisar lo que ha pasado. Es perderse en un callejón y apreciar sus maravillas.
Viajar sola es volverse imbatible y vencer los miedos, llenarte de valor y reconocer qué es lo que quieres y quién eres.
Pero al viajar no es suficiente poner los pies en un avión, tomar la maleta y dejarse llevar, si al viajar la mente es estrecha, estas llena de prejuicios e intolerancia, el viaje de poco sirve, habrás sido una simple turista con una cámara y un mapa, pero sin experiencias enriquecedoras.
Viajar sola es sumergirse en un libro, sentirse protagonista de una vida que anhelas – o no- pero sintiendo experiencias ajenas como propias, soñando…
También es regresar y darte cuenta que has cambiado, poco o mucho pero no eres quién se fue; todo sigue igual excepto tú, entonces cierras los ojos y te llenas de esos recuerdos, buenos, malos o neutros para llenarte de energía.
Besos, abrazos y magia
By @AnaQueconQue
“No estás totalmente vestid@ sin una sonrisa”
Muy buen post.
Gracias por compartir :)
¡Muchas gracias!